Autora: María Fernanda Heredia
Cuando leí el título de esta obra por primera vez, me pregunté si era Cupido un murciélago; pero al leerla me fue enterando todo lo que le pasaba al personaje y el porqué del título.
Aquí en el desarrollo de la obra Javier, un chico de once años, nos cuenta cómo conoció a Ángeles, una chica de aula a quien admiraba mucho, y también como conoció a Isabel.
Nos narra cómo Ángeles lo delata ante la profesora Chelito y ante sus compañeros de clase. Después de hacerle creer que eran amigos, Ángeles cuenta todo lo que pasó y del portazo en la nariz a Javier; pero Isabel, la alumna nueva al igual que él, sale en su defensa tras decir que la culpa era de ella por llevarlo al baño de mujeres.
Ángeles, una chica realmente de temer, arma una fiesta de pijamas para vengarse de Javier. Cuando llega el día de fiesta él, muy entusiasmado porque Ángeles lo había invitado, va vestido con su pijama y ella al igual que todos los asistentes se rió en su cara.
La semana siguiente Chelito llegó con una magnífica idea de carácter artístico. Los estudiantes podrían elegir entre canto, danza, expresión artística y teatro.
Fue ahí cuando Javier eligió canto junto con Isabel, y Ángeles eligió teatro. Javier asistió a su primera clase de canto, pero el profesor lo escuchó, lo sacó fuera del salón y le dijo que se cambiara de clase artística. Entonces, Chelito lo llevó a teatro donde estaba Ángeles, pero ella le hizo la vida imposible. Así que fue donde Chelito y se cambió a danzas, donde conoció a Paola, su pareja de danzas, quien se enamoró de José, hermano de Javier. Todo este enredo lo lleva a pensar que Cupido no era ese angelito que va disparando flechas, sino un murciélago que lo enreda todo en el amor.
Al final Javier e Isabel se cambian a las clases de expresión artística con la profesora Matilde y fue ahí donde ellos se dieron cuenta de que sentían algo especial el uno por el otro, es decir se habían enamorado.